martes, 23 de agosto de 2011

El Banquete




La mesa estaba hermosamente decorada. Pastelitos de colores, dulces y espumeantes brebajes en rededor de una enorme y apetitosa torta.  Sonreí agradecida cuando acomodó la silla, y me senté con temerosa timidez. Insegura, como siempre. Recuerdo haberlo mirado directo a los ojos, durante largos segundos. El destello de esos ojos me perturbaba, me golpeaba como un mazo el estomago, y mi pecho se acariciaba con pequeños deditos, traviesos como su mirada, esa mirada que siempre guarda un secreto. Había algo más que un silencio entre las dos sillas. Y no puedo olvidar nada, ni si quiera los más ingratos momentos manchan aquellos recuerdos. Siguen de pié, como el primer bocado de naranja, o las fresas con chocolate tiñendo mi lengua. Mis yemas danzando sobre el mantel, las otras apretando fuerte la tela de mi vestido.  El pequeño sobre escondido en mi bolsillo se consumía por el veneno, esa sustancia tan dañina que yo llevaba siempre conmigo. Intenté limpiarlo con mis dedos, y no me di cuenta cuando me los había llevado a la boca…

-¿Y? –preguntó con inquietud la Señora Mutis.
-No logré sacarle más de dos frases, Teresa. De verdad lo lamento… -dijo triste para luego abrazar a la mujer.
-¿Qué dijo?
-Lo siente… dice que fue su culpa, está consciente de ello.



“La cena estaba deliciosa, fue una sensación inefable, realmente no puedo describirla… perdón por arruinarla.”

miércoles, 3 de agosto de 2011

Pesadilla en noches nevadas...

-          - ¿De quién son esas huellas?
-          -Qué se yo, tú las pusiste ahí…
-         - ¿Son suyas?
-          -Tú las pusiste ahí.
-          -¡Son suyas! La planta de su zapato es inconfundible.
-          -No seas exagerada, todas son iguales…
-          -No, la suya es única, mírala.
-          -Sólo tú puedes ver eso, yo veo millones de niños filipinos con sus dedos sangrando.
-          -No te entiendo… ¿por qué no puedes ver lo hermosa que es ésta huella? ¿Sabes acaso lo afortunada que es ésta arena? ¿Acaso sabes lo afortunados que fueron todos los suelos que tuvieron dicha marca?
-         - No. No estuve ahí, ¡y nunca lo haré! No intentes sacarme de éste mundo…
-          -No sabes lo que te pierdes…
-          -¿Y tú? No olvides que es sólo una huella… es sólo un recuerdo, la has perdido, lo perdiste, Linus.
-         - La llevaré siempre conmigo.
-         - Los momentos borran tus recuerdos… los sentimientos empañan los momentos del pasado, el recuerdo que fue nunca será, llegará el momento en que ni si quiera podrá ser un mísero recuerdo en tu escritorio viejo. No podrás sacarlo del viejo estante y quitar el polvo con tu aliento, no habrán letras en sus páginas, la pérdida de memoria te consumirá, ¿no querías ser Delarge? Ahí lo tienes.
-          -Púdrete.
-         - No puedo hacerlo, soy tú. Eres mi cuerpo, y yo soy tu alma.
-        -  Seamos mierda juntos, entonces.
-        -  Ya lo somos, querida.
-        -  Aún no lo soy por completo, dame un minuto para despedirme.
-          -¡Es demasiado tarde!
-         - ¡No! No lo es. Estás palabras se escriben en su empañada ventana… Sal de ahí, amor, despega la vista de mi, de la pantalla y del chocolate blanco… mira hacia afuera, por favor, mira hacia afuera...Te aseguro que está viéndolas…
-         - No, Linus. No te ve. No corras, estúpida… ¡Cállate!
-         - ¡Mírame!
-        -  ¡Es inútil, estúpida, no llores!
-         - Alex…
-         - Estás muerta.

martes, 12 de julio de 2011

Creo que Usted perdió el equilibrio

EL gato se volvió viejo, en su eterna búsqueda de un compañero. Su vecino encandeció en las ramas de un nuevo caminar. Su hermano murió aplastado contra el asfalto, por el rastrillo de hierro que tanta rabia acumulaba. Mientras, los hombres se golpeaban, se mordían y se escupían por llegar primero e irse últimos… nadie quería morir, todos protegían su vida, incluso con violencia a la misma. Sobre la cima de un cerro divino se encontraban ellos, con sus pláticas políticas, vociferando sus ideales a los animales que expectantes los observaban. El cielo violáceo se volvió gris con tanto moho batido en parafina, las cartas pisaron el freno con ira cuando descubrieron que ya no servía volar, porque claro, ya no servía. ¿De qué serviría? Si bajo las mesas ellas actuaban de un modo distinto que en el póquer, cuando se movían entre los vasos de licor que dejaban las señoras de Moonlight Serenade. El gato se traiciona a sí mismo, persigue su cola, incluso después de haber sido ahogado en agua hirviendo. Su pelo no está, sus ojos estallaron, sus uñas dispararon.



-Sí, Su señoría… Soy culpable. 
-Creo comprender... le cortaron los bigotes. 

sábado, 2 de julio de 2011

Ya no hay forma de pedir perdón...

...and all that stuff. ¿Con qué cara? Entendí que las palabras no valen nada, no al menos cuando dicen cosas bonitas, porque cuando las letras tiran mierda significa que son verdaderas... o no, Señor Mundo?  No diré nada, sólo viviré. Viajeros, deténganse un poco: los puedo alcanzar. 








Carpe Diem, quizás es hora de conocerte fuera del cliché.