martes, 12 de julio de 2011

Creo que Usted perdió el equilibrio

EL gato se volvió viejo, en su eterna búsqueda de un compañero. Su vecino encandeció en las ramas de un nuevo caminar. Su hermano murió aplastado contra el asfalto, por el rastrillo de hierro que tanta rabia acumulaba. Mientras, los hombres se golpeaban, se mordían y se escupían por llegar primero e irse últimos… nadie quería morir, todos protegían su vida, incluso con violencia a la misma. Sobre la cima de un cerro divino se encontraban ellos, con sus pláticas políticas, vociferando sus ideales a los animales que expectantes los observaban. El cielo violáceo se volvió gris con tanto moho batido en parafina, las cartas pisaron el freno con ira cuando descubrieron que ya no servía volar, porque claro, ya no servía. ¿De qué serviría? Si bajo las mesas ellas actuaban de un modo distinto que en el póquer, cuando se movían entre los vasos de licor que dejaban las señoras de Moonlight Serenade. El gato se traiciona a sí mismo, persigue su cola, incluso después de haber sido ahogado en agua hirviendo. Su pelo no está, sus ojos estallaron, sus uñas dispararon.



-Sí, Su señoría… Soy culpable. 
-Creo comprender... le cortaron los bigotes. 

1 comentario:

  1. Saber si seguir en pié, creo a veces no saberlo, no saber qué... es eso... no saber qué...es eso...

    no
    te
    se...

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